Reflexiones del Fray Estephanos.
Es lo mejor porque nos esta amando, el pan y el plan de Dios es dar su bendición no otra cosa. Es importantísimo poner las cosas en su lugar en otras palabras ver el aspecto espiritual de la vida, tener la voluntad de Dios que es su bondad, su amistad y su amor entonces tenemos que dejar de repetir esas muletillas “si es la voluntad de Dios tal cosa o tal otra”, si recibimos esos dones o talentos tan grandes, tenemos que administrarlos bien y “dar” no solo en el ámbito espiritual sino material.
En la Cruz de Cristo, El Señor ve la cruz, nuestra cruz, el arrepentimiento, la sinceridad, el padecimiento, la Cruz del calvario “que no añade tristeza”, nos da la fortaleza y nos levanta al cielo, siendo nuestro sufrimiento no en balde, sabiendo que hay tristeza en este mundo, con experiencias traumáticas, tenemos la esperanza, no mal fundada que Cristo te da la gracia, la santa Cruz se interpone a favor nuestro entre el pecado y Dios, “alegraos de ser participes de la pasión de Cristo, para que cuando se descubra su gloria os gocéis también con él llenos de júbilo”. (1 Pedro 4, 13; Rom 8, 17; 2 Cor 1, 7), San Pablo no huía de los sufrimientos, era conciente que era parte de la cruz, comprendiendo él mismo lo que significa la llamada de Cristo “Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo, tome su cruz y sígame” (san Mateo 16, 24)
Cada uno tenemos talentos y un potencial que activamos según nuestra actividad, la decisión de hacer la voluntad de Dios no es tristeza, nos trae paz y sobre todo nos libra del temor de la preocupación por la confianza en la Providencia…Filipenses, en esta carta se enfatiza lo de “todo lo bueno y agradable”(Filipenses 4, 8-9). Ahora surge una pregunta ¿la voluntad se siente? No, la voluntad es una dirección, es una acción que indica la bendición de Dios; el bendecirte enriquece y agrega un bien en tu vida.
¿Cuándo se consulta en la Voluntad del Señor?
En la voluntad, se obedece, ponerse a pensar y discurrir lo que corresponde, y hacerlo, si no seriamos hipócritas (el que dice y no hace). Pensar y hacer la mente de Cristo todo el día, en Él, y como Él, es la mejor manera de huir del pecado, ¿cómo actuaría el Maestro? El consejo apostólico es: no inquietarse y esperar en el Señor (Filipenses 4, 6), Él jamás desampara y no se equivoca, y lo que sucederá será lo mejor para nosotros en sus designios, “Yo le doy todo al Señor, y Él pensara por mi” dice Santa Bakhita.
¿Cuál será la voluntad de Dios? La voluntad es LA PALABRA DE DIOS, la voluntad de Dios, no es como una ruleta o taba. Su voluntad es bendecirte para que tengas un bien, “lámpara y lumbrera” dice el salmista es la Palabra de Dios, Dionisio el Areopagita dice que “La Palabra de Dios sale de si misma en éxtasis”y son “Para conocer el corazón de Dios, con las Palabras de Dios” en las frases de San Gregorio Magno.
¿Cómo conocer la Palabra de Dios si no me aplico a la lectura? Leerla, meditarla en voz baja, dice el salmista David, La Palabra te moviliza, el cuestionamiento que empieza en nuestra mente, es si uno es sincero, en el camino de Dios. Se consulta, sin embargo, preguntando en perfecta obediencia que sea voluntad de Dios, esta solicitud hace buena y receptiva a la persona a los susurros inspiradores del Espíritu Santo, la condición es poner a Dios en primer lugar.
Devoción piadosa, prácticas pías:
2. Obediencia, no es una carga, se es feliz para nuestro crecimiento y maduración, San Pablo pide que tengamos humildad como actitud mental (Filipenses 2, 3), nos transforman en príncipes de nuestra vida y no en esclavos de nuestra mente donde estamos mal. Recomendaba el apóstol San Pablo a su discípulo san Timoteo que soportara por causa del Evangelio (2 Tim 2, 8)
3. Consolador: El revelara cosas al oído “para ti”.
Nos guiara a toda verdad, sentimos el susurro ante lo que no sepamos, captamos el sentido mediante leer y pensar en lo asuntos de Señor, percibiendo la voz del Señor no estando ocupados o preocupados por las cosas de este mundo. Entonces al tener la actitud mental del Cristo, aprendemos que la evangelización y el éxito de nuestra hogar, familia barrio, patria, pasa por la cruz, expresando la plenitud del amor.
“La voluntad de Dios es agradable,
Es perfecta enriquece no añade ni crece”
Romanos 12, 2
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